La idea era no escribir nada, no desarrollar nada, pinchar a diario la canción más odiosa, dar testimonio de la lenta muerte de estos "espacios iluminados", cantar como un trovador o reportero de guerra la desintegración de esta "región ocultamente furibunda";
la idea era una cocina y un eslogan, repetirlos hasta que se hicieran míos, el plan era quedarse quieto, enmudecer, contarme un chiste pésimo y privado una y otra vez hasta el hartazgo.
Pero no me hacía gracia.
Hoy no.
Y seguimos con la fiesta de los envases, se unen los briks a la juerga!!!oh my god!!!
ResponderEliminarJoven, simplemente los platos "culinarios" que propone ya son bastante chiste pésimo, aunque no privado
ResponderEliminar¿Y quién le ha dicho a usted que soy joven?
ResponderEliminarSu irreverencia me lo acaba de confirmar!!
ResponderEliminar