viernes, 28 de enero de 2011

Congelado de gulas con huevo

Este es el manifiesto:




HAY QUE SABER SITUAR MONGOLIA EN LOS MAPAS,


Hay que cubrirse de la lluvia gris y del sol enfermo de verano,
hay que avergonzarse del  vello púbico pegado a la cama y del sudor
que envejece más de un día, hay que escapar de las fotos inapropiadas;

hay que alejarse de las obras de teatro sin argumento,
de los amantes que dejan marcas y de la carpintería;

hay que procurar no acercarse demasiado
a la herrumbre y a la mierda, a los trenes eléctricos,
a las vallas astilladas, a los tatuajes oscuros y a las siestas redentoras;

nadie debería aproximarse a los insectos que vuelan torpemente,
ni a las casas en ruinas, ni a los ríos en diciembre, ni a los caminos
que parecen cicatrices en la tierra, ni a las fiestas gitanas. 

Hay que olvidar a Cleopatra, a Helena de Troya y a Lucrecia Borgia,
hay que superar la desgana innata y también la fe en los gladiadores.
Nadie puede enamorarse de Marlon Brando.
No se roba en los supermercados.

Hay que ignorar las leyes de las tabernas, romper la omertá,
evitar la delgadez pálida tanto como los vestigios
de fortaleza, y no enrolarse en buques
mercantes ni en carromatos
de feria.

Hay que huir de Jamaica e Islandia y de las guitarras flamencas;
nunca hay que vivir dentro de las canciones o dormir en parques
y ni si os ocurra soñar con ser rock star. No os bebáis el perfume
aunque huela bien y por nada en el mundo os provoquéis un vómito
aún cuando hayáis tragado alimentos podridos.


Nadie puede bailar como una rata en una terraza amaneciendo.
Hay que alejarse de la poesía, de las nubes y de las estrellas ninja.
No saquéis los brazos por la ventanilla del coche y no seáis payasos.

No saltéis desde el tercer piso de un chalet en obras,
ni escaléis montañas desprotegidos, ni acompañéis
a viejas ninfómanas por dinero. No fabriquéis
bombas con salfumán y papel de plata; no se
puede retar a un grupo de skins, ni
aficionarse al cine gore.
 
Hay cosas con las que no se juega u os darán una paliza.
Nada más, ¡ah! No folléis jamás en la calle.

Que seáis felices y que comáis perdices.



Fue publicado en el fanzine El Elefante Rosa en 2005, en el blog poético eslaboladecristal.blogspot.com en 2007, enmarcando a Salva dentro de la categoría de poetas jóvenes (este no lo enlazo porque para visitarlo hay que estar invitado y yo no lo estoy) y finalmente a finales de 2010 en The Gentleman Soldier como ya he contado. Además ha sido leído en una fiesta que La Bella Varsobia organizó en 2009 en la sala Pic-Nic de Madrid.

Toda una historia este manifiesto, si te gusta y deseas llevarlo a cabo (porque es una obra de acción y no de reflexión), las instrucciones de uso están someramente explicadas en el post anterior. 

Don´t be lazy!

Si eso otro día las pongo de una forma más extendida.




Hoy no.

jueves, 20 de enero de 2011

Calabacín en rodajas a la parrilla (con cebolla ídem)

RUMPELSTILSTKIN esa es la publicación en la que ha salido el manifiesto Hay que saber situar Mongolia en los mapas, escrito aunque él se empeñe en negarlo más por Salvador Galán Moreu que por mí en el año 2000, en los descansos a mediodía de una obra solidaria en Gualchos o Los Gualchos, ya no me acuerdo cómo se llamaba el pueblo. Construíamos una granja escuela para una especie de ONG de integración para el barrio gitano de Almanjáyar de Granada y teníamos algunos gitanos jóvenes a los que adiestrábamos en la noble tarea de la albañilería.

Creo que las instrucciones de uso del manifiesto vienen detalladas en la revista, digo creo porque aún no me ha llegado, pero el rollo es que las personas que lo lean, escriban en un muro el verso que más les haya gustado. No jodiendo iglesias, ni monumentos, sino en muros derruidos y sucios, en sitios anodinos y pisoteados. Por donde pasa la gente, vamos.

Este blog surgió a petición de este pseudo-escritor quien me propuso hacer algo con la serie de fotos de mi cocina en la que trabajo desde hace un tiempo. Fotos de mierda, nada de artista, cámara digital y ángulos distintos cada vez, miseria aleatoria. Yo quise colgar solo esta obra, pero él me insistió a que me esforzara en escribir (dijo pensar, creo), que volcara mi sabiduría (jajá), al menos algún despojo de ella, añadió. Yo le dije que lo haría hasta que me enlazaran.
Y ya lo han hecho:
                             AQUÍ




Tengo que decir que no somos amigos, que tan sólo colaboramos en aquel manifiesto absurdo y que no sé porqué le intereso tanto o qué se propuso en realidad con esto, pero ya se acaba. Maquearé el blog un poco pero daré voz exclusiva a mi obra, la serie que en un principio se iba a llamar Soul Kitchen y que ahora se llama Las cocinas miserables, y opinaré por los blogs que miro con mi nombre y apellidos y este soporte a mis espaldas.

Ahora le toca a él hacerse un blog, ese era el trato. En él supongo que explicará sus motivos y sus devaneos de escritor más o menos inédito y totalmente desconocido.

Yo seguiré construyendo mi Golem.
Dejo a deber la historia de Ku Thai, eso sí.
Pero cumpliré con mi deuda.



Hoy no.