jueves, 20 de enero de 2011

Calabacín en rodajas a la parrilla (con cebolla ídem)

RUMPELSTILSTKIN esa es la publicación en la que ha salido el manifiesto Hay que saber situar Mongolia en los mapas, escrito aunque él se empeñe en negarlo más por Salvador Galán Moreu que por mí en el año 2000, en los descansos a mediodía de una obra solidaria en Gualchos o Los Gualchos, ya no me acuerdo cómo se llamaba el pueblo. Construíamos una granja escuela para una especie de ONG de integración para el barrio gitano de Almanjáyar de Granada y teníamos algunos gitanos jóvenes a los que adiestrábamos en la noble tarea de la albañilería.

Creo que las instrucciones de uso del manifiesto vienen detalladas en la revista, digo creo porque aún no me ha llegado, pero el rollo es que las personas que lo lean, escriban en un muro el verso que más les haya gustado. No jodiendo iglesias, ni monumentos, sino en muros derruidos y sucios, en sitios anodinos y pisoteados. Por donde pasa la gente, vamos.

Este blog surgió a petición de este pseudo-escritor quien me propuso hacer algo con la serie de fotos de mi cocina en la que trabajo desde hace un tiempo. Fotos de mierda, nada de artista, cámara digital y ángulos distintos cada vez, miseria aleatoria. Yo quise colgar solo esta obra, pero él me insistió a que me esforzara en escribir (dijo pensar, creo), que volcara mi sabiduría (jajá), al menos algún despojo de ella, añadió. Yo le dije que lo haría hasta que me enlazaran.
Y ya lo han hecho:
                             AQUÍ




Tengo que decir que no somos amigos, que tan sólo colaboramos en aquel manifiesto absurdo y que no sé porqué le intereso tanto o qué se propuso en realidad con esto, pero ya se acaba. Maquearé el blog un poco pero daré voz exclusiva a mi obra, la serie que en un principio se iba a llamar Soul Kitchen y que ahora se llama Las cocinas miserables, y opinaré por los blogs que miro con mi nombre y apellidos y este soporte a mis espaldas.

Ahora le toca a él hacerse un blog, ese era el trato. En él supongo que explicará sus motivos y sus devaneos de escritor más o menos inédito y totalmente desconocido.

Yo seguiré construyendo mi Golem.
Dejo a deber la historia de Ku Thai, eso sí.
Pero cumpliré con mi deuda.



Hoy no.

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